En la práctica las narrativas se pueden interpretar como lineamientos respecto a aquellas áreas y/o ríos a evitar - o promover - el desarrollo hidroeléctrico, priorizando criterios ambientales y/o sociales que representan una diversidad de perspectivas de diferentes actores relevantes para la toma de decisiones. La adopción de narrativas como método de análisis exploratorio de los futuros posibles de la Macrocuenca resulta particularmente relevante en el contexto del sector eléctrico, donde la toma de decisiones y las iniciativas de desarrollo de proyectos están distribuidas entre múltiples actores públicos y privados.
En este contexto, las narrativas pueden verse como construcciones colectivas de posibles “reglas de juego” a escala de Macrocuenca, transversales a los diferentes actores, que operan a diferentes escalas de gestión, y que a su vez pueden ser evaluadas de forma objetiva respecto a sus impactos positivos y negativos. Ejemplos de narrativas pueden ser:
- Declarar el cauce principal del río Ucayali y sus principales tributarios como ríos libres de desarrollo hidroeléctrico o
- No desarrollar proyectos hidroeléctricos que impacten a más de 1000 habitantes.
Estas reglas simples realizan un filtrado de proyectos que cumplen con estas condiciones y por lo tanto son los proyectos que hacen parte de la narrativa definida y que posteriormente se aleatorizan para explorar la respuesta, en términos de impactos acumulativos, en diferentes alternativas de desarrollo.